domingo, 13 de mayo de 2012

La encía llora whisky.



Tan cebada en mí, tan espesa en mi forma que no me importan ya los carteles luminosos de las loterías o dejar a mis amigos en bares rondando Buenos Aires. Y pienso palabras en mi mente mientras que a la hora de escribirlas me achico y termino tratando de especificar el punto que no reconozco. Sola en mi esplendor, reconociendo que no todo era tan rosa y tratando de ver ese vaso a medio llenar, ganas de mandar todo al carajo tengo. Cuando las cosas se ponen feas y duras y festejar parece el único camino me gustaría irme sola, como hice esta noche de muy buena manera y decirles a todos que se jodan un poco y que eso implica tanta humedad como la que mi cuerpo sucumbe frente a un hombre inexistente. Es tan fácil para todos con sus diecinueve años, que tiene cultura que saben de esto o tienen estética o se creen lindos o ni siquiera les importa. A mí no solo me importa sino que a pesar de que bastante bien me salga nunca lo voy a poder ver bien. Y me encantaría un hombre. Me encantaría encerrarme en un taper hasta que deje mis problemas, hasta que mis complejidades me abandonen, la parte que me rio de lo que pensé o sentí y no solo me siento alejada de ese sentimiento sino que me siento grande como un dibujo borrador que fue limpiado y rehecho y solo quedan las marcas de lo viejo pero lo más lindo sobre el lienzo. Se me puede calificar de reflexiva, o de loca de mierda porque pienso tanto todo y quiero que las cosas salgan bien, eso lo principal. Cuando uno quiere que las cosas salgan bien no importa la edad o el coeficiente intelectual porque quieren que salgan bien. Estamos viviendo y queremos vivir tan bien que nuestra vida sea ejemplar. Todos encuentran el amor y nisiquiera llegaron a los veinte. Yo puedo decir que viví una vida bien, que conocí ciertos aspectos interesantes, que como buena observadora me deleité con acontecimientos que para otros hubieran sido insignificantes, pero tan lejos estuve de enamorarme. Tan lejos de sentir esa plenitud inmensa inmersa que se tiene frente al amor. Los hombres que me atrajeron tuvieron cada uno sus complejidades. No quiero más complejidades. No quiero más nada. Tanto esperar, tanta felicidad de reecontrame conmigo misma. No quiero reecontrarme mas con nada, no quiero decir qué buena esta situación porque me soba. Porque no es tan terrible pero quiero otra cosa. Parece mentira que de repente grite mil versos y haga hecho lo que nunca se me ocurrió: sumergirme en whisky pero con un fin artístico, como descompensador de la mente liberador del clítoris que parece que lo tengo en cadenas, cadenas de exigencias. Yo estoy llorándole al mundo con lágrimas de whisky. Yo enumero y no puedo parar en la conmoción de querer estar en la inconsciencia letal que pueda largar todo. Me dibujé un espiral en la mano para no volver a caer en lo mismo pero más grande. Me fijo en la cohesión de este texto. Quería caminar bajo el agua de buenos aires con alguien, amarlo, cogérmelo con tal furia en un pasillito sin que nadie nos vea. Tal vez podría ser una mujer. Es raro cuando uno no es bisexual querer estar con alguien de su mismo género. Las complejidades personales llevan a un nivel de saturación tan superior que queremos drenarlo con la pulsión sexual más imponente que nos pueda atrapar, la fantasía más grande el fetiche dorado. Pero eso no es amar a alguien del mismo sexo. Es solamente volcar sobre él las irresolubles cuestiones que nos usurpan los ojos. Es empezar a besarla y sentir que sus labios comparten algo de ese trauma e ir bajando y encontrarle lunares en la panza. Localizar un pupo que esconde mugre pero también pliegue, seguir animándose y encontrar un clítoris precioso y dispuesto a abrirse a acabar en la boca, la más preciada arma de las palabras. Es obligar a cerrar la lengua, a que no pueda salir nada. Morbo más patología. Mezclarlo con un hombre, una protuberancia hermosa con la que se juega. El hombre te penetra, te la mete, te hiere espantosamente. Es hermosa esa sensación de privación. No existe cosa igual. Por eso ninguna mujer podría explicárselo a un hombre, que te estén adentro es má que una unión, es una batalla campal conocidísima en la que solo se trata de mover las piezas sabidas de una manera incandescente.
Quiero gritar sin parar 
Quiero quedarme sin garganta 
Quiero destrabar a este mundo 
Quiero que se me hichen las encías 
Y me sangren sin parar 
Quiero una solución
Y no hay una solución 
Vida perfecta 
Académicamente correcta 
Recreacionalemente perfecta
Estéticamente perfecta 
Socialmente perfecta 
Fotográficamente perfecta. 
Saludablemente perfecta 
No puedo vivir en paz porque se que algún día voy a estar gorda 
Lo sé
No quiero hacer mas cosas de las que hago 
Quiero dejarlas todas sin haberlas empezado 
Quiero dejar de taparme 
Quiero desnudarme 
Y deporte
Quiero solo hacer deporte 
Quiero estar linda con el maquillaje corrido 
Y habiéndome enamorado de mi mejor amigo 
Y quiero llorar hasta cansarme 
Quiero dejar de especular
Con la estrategia mental 
Quiero des ahogarme 
Quiero caminar por buenos aires 
Con alguien que solo quiera caminar conmigo.



Florencia Larrarte.

sábado, 12 de mayo de 2012

jueves, 10 de mayo de 2012

Amor berreta.



Un día el tipo más racional del mundo conoció a la mina más irracional del mundo...
-hola
-te amo
                 ... y dejó de serlo.

Amor ficción, amor atemporal, amor irreal, amor fantasmal, amor salvaje, amor pasional, amor ideal, amor coloquial, amor colegiala, amor con sabor a banana, amor histérico, amor vicioso, amor magnético, amor hipnótico, amor egoísta, amor egocéntrico, amor remarcado, amor subrayado, amor en mayúscula, amor entonado, amor distorsión, amor distracción, amor corazón, corazón marcador, amor unánime, amor absoluto, amor en cuotas, amor mal repartido, amor concentrado, amor maltratado, amor malcriado, amor malacostumbrado, amor inflado, amor masticado, amor digerido, amor cagado, amor vomitado, amor tragado, amor cogido, amor sangre, amor por las venas venas, amor por todos lados, amor en los árboles y en los dinosaurios,  amor inmenso, amor propenso, amor prospero, amor personal, amor intimo, amor masturbado, amor masturbación, amor invierno, amor interno, amor compartido, amor exhibido, amor desparramado, amor despatarrado, amor celestial,amor delicioso, amor espiritual, amor utópico, amor idílico, amor de película, amor de novela, amor de barrio, amor de tren, amor de colectivo, amor de subte, amor de esquina, amor joven, amor potente, amor marginado, amor amado, amada mía, amor triturado, amor inyectado, amor ilusión, amor de identidad, amor de bandera, amor de remera, amor capilar, amor intestinal, amor retorcido, amor torcido, amor comentado, amor ignorado, amor esperado, amor espejo, amor esponja, amor sorpresivo, amor instantáneo, amor extasiado, amor cómodo, amor de sentado, amor de pendejo, amor desesperado, amor mal formado, amor deforme, amor masivo, amor colectivo, amor en plural, amor en singular, amor para todos y para mi, pero amor al fin, amor rasurado, amor maquillado, amor a cara lavada, amor manchado, amor bailado, amor cantado, amor recitado, amor remixado, amor contado, amor mito, amor mosquito, amor mosca, amor basura, amor chatarra, amor berreta, amor improvisado, amor corrugado, amor arrugado, amor radiante, amor brillante, amor doblado, amor pintado, amor borrador, amor crucigrama, amor laberinto, amor recorrido, amor descalzo, amor en pañales, amor verde, amor con nata, amor con leche, amor dulce de leche, amor caramelo, amor empalagoso, amor pegajoso, amor algodón de azúcar, amor hasta las nubes, amor en las nubes de azúcar, amor para todos, para vos y para mi, pero amor al fin.

Las monjas te enseñan a sumar y restar con una regla (50cm):
                                                            Pucho+chocolatada/mate a la mañana = caca
Yo-vos = Pucho+chocolatada/mate a la mañana 
 Romanticismo en los tiempos modernos 

(y matemáticos?)

Aldana Capellano.

Sexo, lubricante, y esas cosas.



  • Cuando teníamos 16 años, todos queríamos que Rita y Sergio cogieran, habían estado de novios en séptimo grado. Sergio era copado y era virgen, Rita había debutado con un tipo de procedencia dudosa. Era el cumple de Sole y estabamos unos cuantos amontonados ahí, fumando nuestros primeros cigarrillos y diciendo guasadas, Sole tenía un cuarto sólo en el que tiró un colchón, un cuarto todo alfombrado en el que tiró un colchon. Los dejamos solos, pero los espiamos, primero fue Mati sigilosamente a ver que onda, después fue Sole y en el efecto, estaban cogiendo. El colchón sobre la alfombra, los cuerpos desnudos sobre el colchón, y en el medio, entre cuerpo y cuerpo, un nido de pelos negros, que no sabíamos si era la concha de Rita o las bolas de Sergio.
  • La abuela baña a su nietito de tres años. Le pasa la esponjita por la espalda, por debajo de las axilas. El nene hace burbujas y aplaude sin ruido. Con un jabón de glicerina le lava el pitito. Es un pito chiquito como si, llegado al kilo de chinchulines, hubieran quedado 2 centímetros sobrantes que recortaron. a la abuela le causa gracia. y piensa “es tan chiquito y amoroso, que se lo quiero morder!”
  • “Mi amor, yo sé que ayer me quedé dormido, ronqué y encima te cagaste de frío porque te destapé. Hoy te la chupo”
    mensaje enviado desde un nokia a las 21.02 de Pato para Flor.


Daniela Regert.

The shining (El Resplandor)




Stanley Kubrick 1980

Hace unos días fui al reencuentro con esta bestialidad de los 80´s. No se que esperaba, no sabía si iba a poder mantener ese terror que me causó en un principio, ó desilusionarme.
Nicholson con hacha en mano se ha covertido en una figura a través de los tiempos, sin embargo, detrás de este recuerdo se desarma el diamante que nos regala Kubrik. (No cualquiera, y no cualquier diamante)
Con cinco años de pre, rodaje y post, llegamos a esta muy buena (aunque no para consagrarse) obra.
Ninguna otra película me ha generado tal clima de tensión, sin mencionar el tinte de suspense que se dá en los espacios de este  claustrofóbico Hotel.
Un gran uso para un gran angular. El surgimiento y buen uso de la steadycam, y quizás una de las películas con los mejores travellings que he visto.
Los grandes planos generales tomados desde helicópteros, y “Dies Irae“ (versión de Wendy Carlos) nos invitan a este misterioso e incompleto viaje, donde cualquiera puede perder la cabeza (y querer dar un par de piquetitos al de al lado).
No podemos dejar que se pase por alto este grandisimo detalle: La iluminación! Grande Kubrik! No supiste ser del todo claro, pero al fin y al cabo no usaste la opacidad para asustarnos. Que fácil es pegarnos un saltito en la oscuridad. Pero mierda, hay que saber como mantenernos a puño con todos los focos encendidos y este tipo lo hizo.
Por ultimo, no me parece que lo mas siniestro hayan sido ni esas gemelas, ni ninguna gesticulación de Nicholson.
Vi  este film incontables cantidades de veces, y aún así, tengo que admitir, que me sigo asustando, es una de las únicas películas que me ha dado terror únicamente con el sonido.
Todos recordamos el paseo de Danny en triciclo, la velocidad e intensidad del rolleo, los giros violentos en cada esquina, los silencios al pasar por la alfombra. Aplausos. relojes, gritos pelados, llanto (y quizás hasta alguna bomba que otra explotando por ahí). Quien dijo que se necesita un monstro para asustarte?
Me saco el sombrero.
Decorados engañosos y espejos que reflejan mas de lo que podemos ver.
El amigo “que vive en la boca” de un nene telépata, las inolvidables (y siniestras) mellizas, ese elevador que al abrirse nos baña en sangre, son sólo algunos de los elementos que clavaran a esta famosa tira en nuestras mentes.
l Overlook abre sus puertas, y nos invita a pasar por una temporada fría, sanguinaria. a puro suspenso y demencia.



Camila E. Mulet

martes, 8 de mayo de 2012

Doblando en el 26.



Esta es una de esas historias que me gustaría decir que le sucedió al amigo de un amigo.
Estaba en el 26, yendo desde Caballito hasta Almagro, que ahora dobla por Gascón, pero antes, en ese momento, agarraba Palestina dando una vuelta rara que nunca entendí con que fin, la cosa es que en esa vuelta pasó esto que pasó. Yo estaba parado a lado de uno de esos asientos para dos, sentado estaba un viejo y una mina. Lo primero que noté fue al tipo, porque se parecía al señor Miyagui, yo me reía interiormente y se ve que en una de esas lo hice externo y la mina me vio y me sonrió, esta misma mina a la que no le había prestado ni atención y esa que tenía mi verga prácticamente en la cara. Me puse todo colorado y me tire para tras, ella se puso roja también. El viejo miraba a cada rato por la ventana, buscando poder leer alguna calle, entrecerraba los ojos tanto que parecían dos líneas, “debe estar por bajarse, esta es la mía”. Estaba ansioso como un niño, que lindo el juego de acercarse a una mina en el bondi e irte a tu casa con su teléfono en el bolsillo. Cuando el viejo empezó a acomodar sus cosas yo ya estaba hasta las pelotas, “listo, me siento alado y encaro”, ella ya estaba blanca y el señor Miyagui se puso la bufanda, pidió permiso, ella se corrió, yo me corrí, el viejo pasó y yo me senté de un sopetón. 
“Hola” le dije, “hola” respondió. No tuve ni tiempo de preguntarle el nombre, porque pasó de blanca a violeta y me vomitó toda la geta.  


Aldana Capellano.

Recién empieza mayo.

Te la presento.


Maria Constanza de las Casas.